martes, 24 de abril de 2012

INSANA...

 Entiendo que el desinterés hacia vivir haya culminado en el último de sus días…
Ese que se aproxima a trotes despistados por la vereda que olvida.
Que el estrés y la tensión indebida se comieran sus sueños y sonrisas;
Que por las noches se pegue a las sábanas frías mirando el techo, mirando pasar la vida (Le dice “inmortalidad del zancudo”, es una ironía…)
No tiene ganas de sonreír, solo busca huir…de vuelve hacia dentro para no dar explicaciones, para dejarse morir.
No tiene destellos su mirada perdida; sus esfuerzos de aferrarse a la No –Vida se han convertido en una careta con premios por disimular las heridas;
Hoy visitó su diario refundido…, lloró todo un sueño perdido. No quiere contestar. Se ha vencido?
Desde antes ya conozco sus miedos, los vivo en silencio; callo y observo.
Grito entonces; le digo: “YO PUEDO”.
Mi voz se perdió en medio de su miedo. Inerte voluntad sujeta. Incrustada en el alma del tiempo.
Pasos arrastrados, incontenible sensación de hueco.
Sus entrañas han puesto muro entre ambas; nos han hecho menos humanas; aunque ella nunca se dejo ser como tal. Alguna vez la amaba tanto que me gustaba “expresar”.
Si lágrimas se tornaran a sus ojos cansados….pequeños pozos no detendrían nada.
Su rencor está metido en esos tristes huesos.
No habla.
No siente. No quiere sentir.
Sumergida está entre trazos pálidos; cuentos que no lee por que  su voz ya muere.
La noche esta hecha de su sangre; no es roja, se volvió pensante. Condenada a divagar contemplando la luna esquiva de sus anhelos. Lo que no fue suyo; tampoco tendrá dueño.